Zirahuén
A 12 km de Pátzcuaro, Zirahuén es un encantador pueblito envuelto en mitos y tradiciones ancestrales. Su nombre evoca el “Espejo de los Dioses”, inspirado en la leyenda de la princesa purépecha Eréndira, cuyas lágrimas, según la tradición, dieron origen al lago que baña el pueblo y que, se cuenta, en ocasiones revela la figura de una sirena. Este relato ancestral se funde con la historia prehispánica de la región, donde comunidades indígenas dejaron su huella en un paisaje de montañas y aguas cristalinas.
Hoy, Zirahuén atrae a visitantes en busca de tranquilidad y una conexión profunda con lo místico. El lago, con su inusual y sereno reflejo, es perfecto para disfrutar de paseos en bote y admirar atardeceres que parecen salidos de un cuento. Además, recorrer sus veredas y convivir con sus gentes permite descubrir pequeñas tradiciones y sabores locales, haciendo de cada visita una experiencia única en la que se fusiona la historia, la leyenda y la belleza natural.
La gastronomía de Zirahuén es un reflejo de su entorno lacustre, con platillos que destacan por su frescura y sabor auténtico. Entre las especialidades más representativas se encuentran los charales secos, que se disfrutan con limón, sal y chile, así como los charales capeados, una delicia crujiente que resalta el sabor del lago. También son populares las truchas y carpas al ajillo o empapeladas, preparadas con ingredientes locales que realzan su sabor. Para quienes buscan una experiencia más completa, los visitantes pueden disfrutar de caldo de camarón, quesadillas de flor de calabaza y huitlacoche, y chiles rellenos, acompañados de tortillas azules recién hechas y salsas de diversos picores.
Este destino invita a sumergirse en la autenticidad de sus raíces, disfrutando de su historia, su naturaleza y sus sabores únicos